Hasta la década de los setenta el Líbano poseía los cafetales más viejos del norte del Tolima; su abandono total o parcial por más de dos décadas (la violencia) incidió para que dichos cafetales tuvieran los rendimientos más bajos a nivel nacional.
Posteriormente, a partir de 1970, comienza una nueva fase para las regiones cafeteras, con renovación de cafetales variedad caturra (café al sol), que producía grandes beneficios.
En este periodo se aumenta la propiedad raíz, la construcción de barrios, se inaugura el Hospital Regional con las mejores instalaciones hospitalarias del departamento, después de Ibagué; la planta de telecomunicaciones es puesta al servicio, recuperando con ello la vitalidad de los años anteriores a la violencia; la pavimentación de su carretera a final de 1970 se convierte en elemento de progreso.
Este periodo de bienestar comenzó a declinar en estos últimos años y hoy el Líbano se encuentra en un periodo de resección y crisis, enmarcada en la crisis del departamento y de la actividad económica nacional por la caída del precio del café y las bajas cotizaciones internacionales
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